Por la suspensión de la harina susbsidiada y la suba en las materias primas, panaderías tuvieron que subir sus precios y el kilo de pan ya cuesta 560 pesos.
Cristian Di Betta, presidente de la Cámara de Empresarios Panaderos de Mendoza, aseguró que la situación ya no se puede sostener y es necesario bajar los impuestos a las pymes.